IMPORTANCIA DEL ZINC EN LA SALUD INFANTIL
Los primeros estudios que asociaron el Zinc con el crecimiento se realizaron en Irán y Egipto hace más de 3 décadas. Los niños de nutricionalmente descompensados que se caracterizaban por estatura baja, anemia por deficiencia de hierro y retraso en la madurez sexual, mostraban
notables mejorías con suplementos de zinc. Algunos crecieron hasta 15.7 cm en 1 año y tuvieron una progresión paralela del desarrollo gonadal. Se identificó que la causa principal de la deficiencia de zinc en éstos niños era una dieta empobrecida que estaba formada principalmente por pan. Aunque los granos enteros que se utilizaban para hacer el pan tenían un contenido relativamente elevado de zinc, también tenían fitatos que formaban complejos insolubles con el zinc y el hierro.
En aquel momento se pensó que las circunstancias que llevaban a un retraso del crecimiento secundario a la deficiencia de zinc eran de los países menos desarrollados. Sin embargo estudios de niños preescolares de familias aparentemente bien nutridas de Denver y de otras ciudades mostraron una correlación entre talla baja y concentraciones bajas de zinc en el cabello.
Las deficiencias de zinc y de hierro siguen siendo un problema mundial, especialmente en los países en desarrollo. Fisher Walker y cols. (2005) revisaron recientemente estudios en los que se administró zinc y hierro en forma de suplementos duales de micronutrientes. Aunque en algunos de los estudios el suplemento de zinc y hierro era menos eficaz que el de ambos nutrientes por separado, los autores concluyeron que no había datos sólidos en contra del suplemento dual.
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